miércoles, 30 de diciembre de 2009

LA ESPAÑOLIDAD DEL CONCIERTO.

Antonio Basagoiti insiste en su habitual discurso no excesivamente elaborado: el Concierto Económico es muy español... y queda por tanto invalidado cualquier argumento que pueda ponerlo en cuestión. Siguiendo su lógica, la expulsión de los judíos y la inquisición española son bellos recuerdos de nuestra historia... y el fracaso escolar o la corrupción política actitudes dignas de todo elogio. Sin embargo, al menos una cosa se debe saber: hay quienes no estamos en esto para ser más o menos españoles ni para ejercer supuestamente de tales. En nuestro caso concreto, como miembros de un partido inequívocamente nacional y progresista, para defender valores universalmente aceptados, tales como la solidaridad y la igualdad ciudadanas. Por lo que parece, los privilegios únicamente son criticables cuando los disfrutan otros; cuando somos nosotros los privilegiados, se invoca la diversidad plurinacional española, como si la pluralidad cultural afortunadamente existente en España pudiera validar una diferencia de derechos y, por tanto, la desigualdad. Sin embargo, mantenemos cierta esperanza: la mayoría de partidos vascos observa el notorio absurdo que implica que un ciudadano pague distintos tributos en función del territorio histórico donde resida. Únicamente nos queda esperar a que universalicen este principio y lo apliquen al conjunto del Estado del que somos ciudadanos. Tal vez podamos entonces defender conjuntamente un Estado federal simétrico e igualitario.

martes, 29 de diciembre de 2009

MENOS HUMOS.

.
.
¡Qué maravilla de artículo!
.

domingo, 27 de diciembre de 2009

LOS COMPLEJOS DE LOS VASCOS.

Es probable que tanto el discurso del Rey como la posible celebración de un partido de la selección española en San Mamés sean temas menores. Por decirlo claro: ni una cosa ni la otra van a solucionarnos grandes problemas ni sintetizan lo que más nos preocupa a los vascos. No son temas comparables a la crisis económica, la violencia machista o el terrorismo. Sin embargo, me da que tanto lo uno como lo otro evidencian casi por igual las mentirijillas nacionalistas y los complejos que nos asolan. "A nadie interesa el discurso del Rey", nos dijeron los nacionalistas... y lo terminamos viendo hasta quienes nunca hemos sido monárquicos (casi un récord de audiencia). Con la selección puede pasar cosa parecida. Que San Mamés tendremos que llenarlo con nuestros compatriotas cántabros, preconizan los que se pavonean de conocer el país mejor que nadie. Sin embargo, es posible que acabemos viendo el campo lleno y terminen lamentando la ausencia de entradas hasta los más furibundos antifutboleros. Y todo esto sin que el cambio apenas se haya iniciado. Qué sería de Euskadi si pudiésemos finalmente quitarnos todos los complejos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

SÍ A LOS PRESUPUESTOS.

Vamos a votar finalmente sí a estos presupuestos. Unos presupuestos que no son los nuestros pero que sí son los de un gobierno presidido por un lehendakari al que nosotros apoyamos no hace ni siete meses. Unos presupuestos que UNIÓN PROGRESO y DEMOCRACIA ha tratado de mejorar vía enmiendas parciales. Unas enmiendas parciales planteadas en positivo, constructivas y, en nuestra opinión, muy necesarias para la ciudadanía vasca, especialmente en la actual situación de crisis económica, y que recogían:


• inversiones en investigación sanitaria.

• dinero para la Formación Profesional y la creación de titulaciones con futuro.


• impulso de la vivienda pública en alquiler.

• fondos para extender el programa de préstamos de libros a toda la enseñanza obligatoria.


• una partida para realizar un estudio para racionalizar el entramado institucional y empresarial público vasco.

• dinero para la mejora de barrios depauperados.


• inversiones en la Sanidad Pública.

• apuesta decidida por la Educación Pública.


• apoyo a la modernización de la Justicia.


• aumento de las cantidades destinadas a rehabilitación de vivienda y ligadas a la eficiencia energética.


• aumento de las becas de investigación.

• impulso de la seguridad laboral a través de Osalan.


• y la creación de un Centro para la Memoria en Euskadi, entre otras.


Además, hemos propuesto con nuestras enmiendas la reducción de gasto superfluo, la eliminación de entes públicos innecesarios y la reducción de altos cargos y personal temporal de libre designación.

Y hemos querido dar apoyo expreso, con estas enmiendas, a la I+D+i, a las inversiones productivas, a las nuevas tecnologías, a los sectores emergentes, a la innovación y a la internacionalización de nuestras empresas, a la formación de nuestros trabajadores y a las infraestructuras que nos hagan salir de la crisis e iniciar un nuevo ciclo alcista y alcanzar progresivamente un nuevo modelo productivo con más y mejor trabajo para todos. Finalmente, varias de estas enmiendas han sido aceptadas y han logrado mejorar el presupuesto inicialmente presentado.


Damos el sí, por tanto, a unos presupuestos mejorables que no son los nuestros, pero que son los primeros de un gobierno liderado por un lehendakari al que inicialmente apoyamos. Los primeros de un gobierno comprometido públicamente con la idea de gobernar para todos y sustituir la orientación identitaria por el concepto de ciudadanía como valor supremo y guía de la acción política. Unos presupuestos austeros que enfrentan la crisis económica, eliminan partidas para los presos de ETA, reconducen las delegaciones en el extranjero, disminuyen las partidas identitarias y se preocupan por primera vez por las asociaciones de víctimas del terrorismo. Además, no hay dotación económica para apadrinar ningún tipo de diálogo con terroristas.
Nosotros tenemos paciencia limitada y exigencias del todo punto irrenunciables. Por decirlo claro: somos claramente distintos a socialistas y populares y queremos ser su alternativa, tenemos vocación y argumentos evidentes para ello… pero, aún siendo tan libres y tan radicales como para seguir defendiendo determinadas causas vinculadas a la igualdad de los ciudadanos y hacerlo en solitario en este Parlamento, no somos tan ingenuos como para no comprender que siete meses es poco tiempo para retirar la confianza a un gobierno al que exigimos que sea alternativa a 30 años de gobiernos nacionalistas.


No obviamos que estos presupuestos muestran debilidades y pueden ser criticados en algunos de sus extremos. No obstante, lo importante ahora es trabajar conjuntamente, arrimar el hombro y plantear propuestas que mejoren la situación de miles de personas.


Para empezar, la política fiscal. Compartimos con otros grupos parlamentarios que el pacto de estabilidad institucional firmado por PNV y PSE es un pacto para su propia estabilidad interna y un freno evidente para aplicar políticas fiscales más progresivas, justas y solidarias, políticas fiscales que tiendan a la recuperación de los niveles de recaudación perdidos en los últimos años, que permitan ir incrementando progresivamente el gasto social y dar cobertura a las necesidades crecientes de prestaciones y ayudas solicitadas por los colectivos más desfavorecidos.



Consideramos que el Gobierno Vasco no aboga decididamente por incrementar y consolidar la vivienda pública de alquiler, puesto que se paraliza la captación de suelo público y se malvende suelo propiedad de la Administración. Ésta es una de las políticas que el actual Gobierno deberá variar, no sólo por razones evidentes de justicia social, sino porque así lo demanda la sociedad vasca. Sólo una política de vivienda donde la vivienda pública de alquiler sea prioritaria, podrá ser denominada social. Cualquier otra opción apoyada en excusas presupuestarias, será abogar por una política de vivienda basada en principios exclusivamente mercantilistas. Debemos abandonar la idea de que una política de vivienda que priorice el alquiler social es cara, pues también la Sanidad Pública y la Educación nos cuestan dinero, y ambas deben seguir garantizándose.


Seguimos reclamando la evidente necesidad de reducir y bastante drásticamente el número y la dimensión de algunos organismos públicos, pues se ha demostrado que han sido y son utilizados muchos de ellos, no como instrumento al servicio del conjunto de los ciudadanos vascos, sino como vehículo para favorecer o agradecer o acomodar a los partidarios.


Es evidente que muchas de estas empresas y fundaciones no han servido a los intereses generales de la ciudadanía, no han incentivado la actividad económica, no han ahorrado costes y no han aportado valor añadido a los poderes públicos vascos. Más bien al contrario, se han convertido en rémora evidente, nido de amiguismo, lugar donde colocar a los partidarios e incluso cementerio de elefantes. Tanto es así, que su racionalización es objetivo prioritario y problema básico a resolver en Euskadi, condición sine qua non para que este Gobierno siga gozando de la confianza de UNIÓN PROGRESO y DEMOCRACIA. Debemos denunciar que el actual Gobierno Vasco apenas ha iniciado labor y apenas ha enfrentado este problema.


Denunciamos también el hecho evidente de que no se ha cumplido el primer compromiso de este gobierno: reducir los altos cargos y el personal de confianza en un 10%. Efectivamente, hay trabajo que realizar en este campo. A pesar de que el actual gobierno se ha vuelto a comprometer en este objetivo, estaremos vigilantes para que la reducción del gasto improductivo sea la máxima que la eficiencia y eficacia recomienden y permitan.


Rechazamos el modo en que se propone regular LANBIDE y que se quiera crear como ente público de derecho privado. Pensamos que debe regularse como organismo autónomo. Por esto nosotros lo enmendamos en el texto de la Ley y esperamos que en un futuro cercano pueda corregirse.


Nos parece escaso el incremento presupuestario de OSAKIDETZA, aún reconociendo la situación actual de crisis económica. La Sanidad Vasca ha perdido posiciones en los últimos ejercicios y debe ser prioridad del Gobierno Vasco devolverle el prestigio perdido, alcanzar inicialmente los primeros puestos en el ranking nacional y, más adelante, la media europea de inversión en salud. Somos defensores de la Sanidad Pública, por tanto, entendemos que deben seguir reduciéndose las partidas económicas destinadas a los servicios sanitarios externalizados.


Independientemente de este apoyo crítico, continuaremos planteando en el futuro nuestras exigencias básicas ya conocidas.


Así, mantendremos nuestras críticas a la excepcionalidad que supone el Concierto Económico (y al cálculo del Cupo), como partido nacional que aspira a conformar una sociedad lo más igualitaria posible. Al parecer, los privilegios únicamente son criticables cuando los disfrutan otros; cuando somos nosotros los privilegiados, se invoca la diversidad plurinacional española, como si la pluralidad cultural afortunadamente existente en España, pudiera validar una diferencia de derechos y, por tanto, desigualdad.


Sin embargo, mantenemos cierta esperanza en este punto: la mayoría de los partidos vascos observa “el notorio absurdo que implica que un ciudadano pague distintos tributos en función del territorio histórico donde resida”. Únicamente nos queda esperar que ustedes universalicen este principio y lo apliquen al conjunto del Estado del que somos ciudadanos.


UPyD defiende la nueva política de utilización de todos los instrumentos del Estado de Derecho para DERROTAR DEFINITIVAMENTE LA AMENAZA TERRORISTA que pretende finiquitar la democracia. Defendemos el diálogo, sí, pero en el Parlamento y entre las fuerzas políticas democráticas. Porque el diálogo auténtico es el que se produce en igualdad, sin violencia expresa y sin la amenaza de ejercerla.

Nos seguimos proponiendo la REGENERACIÓN DE LA DEMOCRACIA: 30 años sin alternancia instauró un régimen clientelar. A la falta de libertad, consecuencia del terrorismo y de la ceguera moral colectiva promovida por el nacionalismo vasco, se une la corrupción labrada por el desmesurado control de las instituciones y de los medios públicos de comunicación por los partidos nacionalistas. El cambio habido en el gobierno no supone per sé, de facto, la solución a todos los problemas, se necesitan políticas y actuaciones concretas que posibiliten el verdadero cambio que los ciudadanos vascos siguen demandando, sin revancha ni frentismos, pero sin complejos ni ambigüedades.


UPyD seguirá defendiendo un cambio en la POLÍTICA LINGÜÍSTICA que el actual gobierno no termina de aplicar. Seguimos pensando que el exigir en proporción desmesurada conocimientos de euskera a funcionarios, empleados y profesionales que no lo van a necesitar es una práctica discriminatoria e injusta, que además provoca rechazo. Y esto sigue produciéndose todavía hoy.


Este cambio en la política lingüística apenas se ha iniciado, a pesar del documento base firmado por socialistas y populares. Y además debemos garantizar que los padres y madres puedan elegir libremente la lengua vehicular de sus hijos en la enseñanza, cosa que no sucede.


Nuestro apoyo renueva, por tanto, nuestro compromiso por una Euskadi sin mordazas, no normalizada sino normal, que deberá dejar atrás las políticas identitarias de los gobiernos nacionalistas.


Nuestro apoyo crítico y libre a estos presupuestos renueva nuestro compromiso por construir la Euskadi de los ciudadanos, unida y diversa, liderada por dirigentes que se centren en los problemas de los ciudadanos y en su bienestar.


Una Euskadi que no se mire al ombligo, moderna, cosmopolita, plural, cohesionada a España y solidaria con ella, abierta a Europa y al mundo. En definitiva, una Euskadi que derribe las fronteras que se han venido levantando durante demasiados años.


Insistimos en que el cambio que Euskadi necesita no se obtendrá con ideas evanescentes o un simple cambio de caras, sino con principios sólidamente asentados y políticas concretas, modificaciones legales y aprobación de nuevas leyes. Se requiere, para ello, un gobierno fuerte y estable, un gobierno decidido, convencido y convincente.


En conclusión, pese a las críticas que a este presupuesto puedan hacerse, renovamos nuestro apoyo crítico y libre al actual gobierno con nuestro voto favorable a estas cuentas públicas.


Entendemos que es vital hacerlo en el momento actual de crisis económica, paro e incremento de las dificultades económicas para demasiadas personas.


Y como paso necesario para garantizar la estabilidad institucional en Euskadi y para apoyar medidas eficaces que ayuden a superar la crisis y volver a crear empleo.


Y para mantener las puertas abiertas al constitucionalismo en Euskadi. De ahí la importancia de hacerlo bien. Estaremos vigilantes desde nuestro escaño para que así sea. Nos jugamos mucho.

domingo, 20 de diciembre de 2009

LA PRENSA Y NOSOTROS.

Quienes habitualmente compren determinada prensa, dependiendo de cuál sea ésta, pueden concluir perfectamente que nuestra presencia en los medios es casi nula. Pero si uno es vivo y opta por abrir el abanico informativo, comprueba que nuestra repercusión mediática es, además de creciente, casi generosa, teniendo en cuenta nuestra representación parlamentaria. Las últimas semanas están siendo así: tanto en El Mundo del País Vasco como en Noticias, Deia e incluso El País hemos aparecido mucho y con bastante protagonismo, pues hemos poblado varias páginas gracias a nuestra díscola y a veces incómoda presencia en la Cámara vasca, y a nuestras acertadas preguntas e interpelaciones realizadas al Gobierno socialista. Por tanto, estamos cosechando un éxito indudable, fruto del trabajo bien hecho.

Cuando uno lee prensa debe estar ojo avizor, y esperar cualquier cosa. Por ejemplo, hoy me he enterado vía Noticias de Gipuzkoa, que nosotros defendemos, junto con PSE y PP, que Euskal Telebista retransmita sí o sí el discurso navideño del Rey, cuestión sobre la que no hemos dicho "esta boca es mía". Éste es un debate que se mantendrá mañana en la comisión parlamentaria de Control de EiTB, donde no tenemos representación y tampoco, por tanto, voto. Tampoco hemos presentado enmienda alguna ni hecho declaración pública al respecto. Pero el periodista de turno ya lo ha adivinado (sin preguntarnos). La realidad, sin embargo, es otra. Socialistas me buscaron días atrás para mostrar su pena por nuestra ausencia en dicha comisión, y me expresaron su posición al respecto: que decida Surio, frente a la idea del Partido Popular: pedir expresamente que se retransmita. Donde dicho periódico nos informa de nuestra opinión, más adelante, incide gratuitamente: existe una mayoría social vasca que se opone a que se retransmita y una posición unánime entre los grupos de la oposición, salvo en el caso de UPyD. Pues vale, enterados quedamos.

martes, 8 de diciembre de 2009

UN NOTORIO ABSURDO.

En su enmienda de totalidad, comienza Ezker Batua alabando las virtudes y potencialidades del instrumento del Concierto Económico que, como bien sabemos, no son otras que las emanadas del hecho cierto de que las autonomías con las que compartimos Estado carezcan de instrumento parecido, y al alabarlo se entierra el principio de solidaridad e igualitarismo que históricamente defendió la izquierda... Al parecer, los privilegios únicamente son criticables cuando los disfrutan otros; cuando somos nosotros los privilegiados, se invoca la diversidad plurinacional española, como si la pluralidad cultural o la España plural de los ciudadanos diversos pudiera validar una pluralidad de derechos o la España asimétrica de los territorios enfrentados, radicalmente contraria al principio democrático de igualdad.

Sin embargo, todavía hay cierta esperanza: EZKER BATUA observa “el notorio absurdo que implica que un ciudadano vasco pague distintos tributos en función del territorio histórico donde resida”. Este principio, al parecer, no vale para los ciudadanos de un mismo Estado.

domingo, 6 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

ESTATUTO: FIESTA DE EUSKADI.

Todos los colectivos humanos, comunidades y Estados establecen una jornada para celebrar su fiesta. Cada uno elige un hecho histórico, religioso, sentimental o político para fijar esa fecha en la que se celebra la fiesta comunitaria.


Es cierto que en Euskadi podríamos haber elegido el día de San Ignacio, el de alguna batalla medieval o cualquier otro evento de cierta trascendencia histórica. Podríamos hacer una larga lista y todas ellas tendrían cierta razón de ser. Pero el nacionalismo dominante durante tres décadas prefirió no elegir ninguno como forma de desprecio hacia la comunidad política que la mayoría de los vascos nos otorgamos libre y democráticamente, y por una sencilla razón: por considerarla lugar de paso. Mientras unos preferían seguir celebrando “su” fiesta de partido o el día de la patria, la mayoría de la sociedad ha estado huérfana de una celebración comunitaria porque no se identificaba con estas celebraciones tan partidistas y tan sectarias.


Aunque parezca irracional, han pasado tres décadas de autonomía política y la mayoría que ha estado gobernando esta región no consideró nunca que el hecho de disponer de un marco jurídico común, constitucionalmente habilitado, que el hecho de disponer de la mayor autonomía política y económica de la que se disfruta en Europa fuera merecedora de una fiesta. Esta mayoría ha considerado siempre que el marco jurídico que nos habilita como sujeto político dentro del Estado al que pertenecemos (y dentro de Europa), como Comunidad Autónoma con competencias específicas que nos permite autogobernarnos en prácticamente todas las materias imaginables, no es más que un paso previo y un instrumento hacia la independencia.


UNIÓN PROGRESO y DEMOCRACIA, más allá de prejuicios y desconocimientos que van quedando en evidencia, no es demasiado amigo de celebraciones chauvinistas, ni de ensalzar santos o gestas bélicas pasadas. Nos sentimos mucho más ligados a los derechos conquistados por los ciudadanos y a las garantías ciudadanas que los pactos políticos garantizan.

Por ello, entre las muchas fechas que se podrían elegir para celebrar una fiesta de Euskadi, nosotros nos decantamos sin duda por la del día en la que los ciudadanos vascos nos pronunciamos para decir sí a una forma de gestión política compartida, de relación con el resto de España habilitada por la Constitución Española y dentro de un marco cuasi federal y supuestamente igualitario.


Es lógico pensar que preferimos una fecha de participación ciudadana, de unión comunitaria, como fue la fecha del referéndum de ratificación del Estatuto, que una ligada a un partido político, a una batalla o a un santo. Es evidente que preferimos el pacto ciudadano comprometido con el futuro que la gesta histórica, casi siempre manipulada, y siempre atada al pasado.


Aunque UPyD es muy crítico con muchos de los aspectos del actual Estatuto de Gernika, una cosa no quita la otra, porque este partido es profundamente respetuoso con la democracia y con la participación ciudadana. Con los mecanismos establecidos democráticamente. Con las normas básicas que garantizan nuestra convivencia, aunque pretendamos modificarlas y hacerlo a través de los mecanismos legales establecidos.


Lo importante es que ésta es la norma básica que en su momento ratificó la mayoría de los vascos y que nos permite convivir juntos, ésta es la norma de convivencia que ha servido para el desarrollo político y social de Euskadi (¡de sus ciudadanos!) –a pesar de los muchos vicios y errores en los que han caído quienes han patrimonializado las instituciones emanadas del Estatuto--, ésta es la ley que ha permitido el autogobierno y la norma que nos garantiza seguir conviviendo con los restantes ciudadanos españoles.


Por ello, UPyD apoya esta iniciativa parlamentaria y apoyará que el 25 de octubre sea la fiesta de Euskadi. Quizás podían haber sido elegidos otros días. Pero si ponemos en una balanza los argumentos a favor y en contra de las fechas que podríamos elegir, creemos sinceramente que ésta es la que mejor nos representa a todos. El día en el que los ciudadanos se acercaron a las urnas para decir sí a este marco jurídico.


Como me dijo un veterano militante de UPyD durante la celebración del trigésimo aniversario del Estatuto de Gernika, histórico militante sindical y luchador por la libertad durante la dictadura franquista con el que tan orgulloso me siento de compartir proyecto político, “el Estatuto de Gernika fue logrado con sangre, sudor y lágrimas y todos los vascos, sin excepción, deberíamos sentirnos orgullosos”.