lunes, 27 de julio de 2009

MODELO A.

Acabamos de presentar una iniciativa parlamentaria que exige al Departamento de Educación del Gobierno vasco que garantice por ley que todos los centros públicos y concertados de Euskadi oferten en sus períodos de matriculación los tres modelos de enseñanza actualmente vigentes (A, B y D), sin dirigismos ni excusas ni vacilaciones de ningún tipo, siempre que exista un padre o una madre que así lo demande, para que de este modo se garantice el inalienable derecho de libertad en la elección lingüística. No trata esta iniciativa de fomentar el modelo A ni de perseguir el euskera (como los más obtusos dirán ahora), sino de garantizar… la libertad ciudadana como base fundamental de la democracia, para que cada cual opte por aquello que prefiera (incluido el modelo D, desde luego), más allá de que su opción beneficie o no el proyecto nacionalista o el futuro de esta o aquella lengua. Mientras exista esta pluralidad de modelos lingüísticos (ya llegará el momento de cuestionarnos incluso esto si el sistema sigue sin funcionar), el Gobierno vasco debe garantizar su oferta, asegurando que ningún director ni centro utiliza ninguna artimaña para arrimar el ascua a su sardina, bien con llamadas inquisitoriales al domicilio paterno, bien “borrando” de la hoja de inscripción la opción del modelo A, como se ha venido denunciando por activa y por pasiva. Porque los consensos son deseables y especialmente en cuestiones que afectan a marcos de convivencia, pero en lo que afecta a derechos ciudadanos, éstos son previos (absolutos incluso) a cualquier tipo de consenso o acuerdo. Por poner un ejemplo: si en el Parlamento hubiera un partido político que defendiera negar el voto a las mujeres… no habría que acordar nada en este asunto con tal partido para tratar de llegar a un punto intermedio… sino garantizar el inalienable derecho al voto de las mujeres. Porque hablamos de derechos básicos que deben ser garantizados, sin entrar en más disquisiciones. Y así deberá ser la política educativa y lingüística aquí y en Laponia: respetuosa con los derechos ciudadanos, guste más o guste menos a quienes pretenden teledirigir nuestra vida.

miércoles, 22 de julio de 2009

AFILIADOS.

Nos encontramos en pleno verano y éste es un buen momento para cargar pilas y poder comenzar el mes de setiembre con nuevos bríos, impulsos renovados e iniciativas. Todavía no están presentes en la web, pero ya os adelanto que este mismo lunes día 20 de julio hemos presentado nada menos que tres nuevas proposiciones no de ley para su debate en pleno en el Parlamento vasco a la vuelta del verano. Estas iniciativas parlamentarias tiene los tres objetivos fundamentales que os adelanto ahora: la primera, obligar al nuevo Gobierno vasco a que elabore un plan para el fomento de la lectura entre los estudiantes vascos; la segunda, obligar al nuevo Gobierno vasco a que garantice la oferta del modelo A en todos los centros públicos y concertados del País Vasco, sin excusas de ningún tipo ni manipulaciones; y, la tercera, luchar contra la violencia machista que sufren las mujeres inmigrantes. Además, acabamos de presentar varias solicitudes de información y elaborado varias preguntas, entre ellas una sobre la gripe A al consejero de Sanidad del G.V. En definitiva, seguimos tratando de trasladar el programa político de nuestro partido a la sede parlamentaria vasca.

Como bien sabéis y después de haber alcanzado el extraordinario éxito que supone lograr representación parlamentaria la primera vez que nos presentamos, hemos venido trabajando durante los tres meses previos al verano para alcanzar los objetivos fundamentales de este partido: la derrota de ETA, la regeneración de la democracia y la superación del nacionalismo obligatorio que padecemos, con todo lo que ello conlleva. Para lograr estos objetivos el camino será largo y complicado, pero mantenemos las ilusiones intactas. Nuestra presencia en el Parlamento Vasco nos está haciendo posible, a pesar de las dificultades mediáticas que poco a poco vamos superando, enarbolar un nuevo discurso a todo lo que habitualmente venía expresándose en la Cámara. Y así deberá seguir siendo en el futuro, sin evitar coincidencias con los distintas fuerzas políticas parlamentarias y mojándonos en variados temas que inciden directamente en la vida y en el bienestar de los ciudadanos vascos. Es evidente, si observamos la realidad política y social más inmediata, que nuestra presencia en el Parlamentario sigue siendo muy necesaria.

Como bien conocéis, tengo la suerte de contar con un grupo de apoyo parlamentario de amplios conocimientos técnicos y políticos con los que habitualmente trabajo los abundantes y distintos temas que tenemos sobre la mesa. Esto me ha permitido tomar posición sobre los más variados temas y argumentar mis intervenciones con peso específico reconocido incluso por parlamentarios de otros partidos políticos. Basta con que echéis un vistazo a la web del partido para comprobar que nuestro papel en el Parlamento está siendo mucho más que digno, con presencia en todos los debates y argumentos de extraordinario peso. Y así deberá seguir siendo en el futuro, para el que la colaboración de cada uno de vosotros deberá seguir siendo, no muy importante, sino imprescindible. Cuento, por tanto, con cada uno de los afiliados vascos para la consecución de nuestros objetivos fundacionales.

Recientemente hemos comenzado a constituir, a partir del grupo de apoyo y dirigidos por cada una de las personas que lo integran, diversos subgrupos de temática variada:

- Economía.
- Industria.
- Vivienda.
- Obra Pública.
- Transportes.
- Medio Ambiente.
- Planificación Territorial.
- Agricultura y Pesca.
- Cultura.
- EiTB.
- Interior y Seguridad Ciudadana.
- Justicia.
- Derechos Humanos.
- Asuntos Sociales.
- Sanidad.
- Trabajo.
- Función Pública.
- Juventud.
- Educación.
- Política Lingüística.

Tanto los integrantes del grupo de apoyo como otros afiliados con conocimientos sobre diferentes materias han venido realizando un trabajo extraordinario, aportando ideas, proponiendo iniciativas, planteando enmiendas. Los grupos de apoyo del partido a nivel nacional también nos han echado una mano cuando hemos solicitado su asesoramiento. Y en el futuro deberemos incorporaros a todos los que, de entre vosotros, queráis participar. Y no sólo a través de correos que podéis enviarme a mi dirección sino también a través del banner que aparece en la web de nuestra Comunidad, como bien sabéis y algunos de vosotros habéis hecho.

Y a partir de ahora, a través de vuestra integración en los diferentes subgrupos que arriba os he concretado. Así que, puesto que el trabajo a partir de setiembre va a ser más que abundante, os pido os pongáis en contacto con la Coordinadora Territorial para que mostréis vuestra disposición de colaboración política, cada cual según sus capacidades, disposición y preferencias. El responsable de cada subgrupo, en función de sus necesidades, contactará con vosotros para habilitar vuestra necesaria participación.

El futuro promete porque el partido sigue creciendo en números de afiliados y nuestras sensaciones son muy optimistas de cara al futuro. Además, elecciones de extraordinaria importancia se encuentran a la vuelta de la esquina, y deberemos seguir consolidando nuestro partido político, sus ideas fundacionales, sus principios rectores y su ideología al servicio del conjunto de la sociedad española.

Así que, a los que venís participando desde el 1 de marzo, os pido que sigáis haciéndolo y a quienes aún no habéis dado el paso, os solicito que os incorporéis al proyecto de trasladar nuestra voz con fuerza a la sede parlamentaria.

lunes, 20 de julio de 2009

YO TAMBIÉN SOY CRÍTICO (PERO LEAL).

Desde la propia constitución del actual partido político que disfrutamos, hemos venido escuchando y leyendo determinadas quejas que claman contra la presunta falta de democracia interna. Únicamente nos ha faltado escuchar que a la famosa y afortunada cena celebrada en el restaurante chino de Donosti, donde seis ilusos se dijeron mutuamente sí y "adelante, mis muchachos", no habíamos sido convocados todos y, por tanto... debía repetirse o incluso teatralizarse en sede congresual, traducción simultánea incluida y a la vista de todos. Me los imagino: alguno de los presentes en la reunión-cena cuasi-fundacional, encantado, siempre que el menú fuera exactamente el mismo y hubiera buen vino tinto. Estas habladurías han sido evidentemente falsas (los afiliados podemos participar muy fácilmente de distintas maneras, como todos sabemos), y la única barrera a la democracia interna en UPyD han sido determinados sumos sacerdotes que quisieron construir su propio reino de Taifas en el terreno geográfico del que pretendieron hacerse amos, a mayor gloria del... ego propio. La dirección, afortunadamente, no se lo ha permitido nunca. El propio Mikel Buesa, hace meses, cuando pertenecía aún a la dirección del partido y compartía solidariamente lo que se venía haciendo, quiso salir al paso de manera tan rotunda como acostumbra: "son unos freaks", respondía a la pregunta de un periodista sobre qué opinión tenía de los afiliados que alzaban su voz contra la presunta falta de democracia interna. No sé si convocó una asamblea planetaria con los afiliados upeydianos antes de expresarse en tales términos, pero a mí no se me ocurrió criticarle públicamente y asumí lealmente su evidente liderazgo.

La argumentación facilona de estas personas (no incluyo a los afiliados bienintencionados, justo es reconocerlo, pues son además abrumadora mayoría) es que ellos, a diferencia del resto, no comulgan con ruedas de molino, no se dejan dominar y no han venido a hacer la rosca a nadie. Los demás, a quienes nos parece impoluta y sobre todo muy meritoria y digna del máximo respeto la dedicación de quienes tanto han trabajado desde los inicios, a quienes nos parece que errores los hemos cometido todos y que por todos deben ser corregidos, a quienes decidimos trabajar en lo que está en nuestras manos y quedarnos dentro, a quienes tanto pegamos carteles como participamos en repartos varios para que las campañas electorales puedan haber sido lo más dignas posibles (en lugar de criticar luego), a quienes buscamos la integración en lugar de fomentar el hartazgo en distinto foros y blogs varios, propagando bulos y vacuas orgías léxicas, a quienes comprendemos que el proyecto merece la pena y sobran la demagogia, el infantilismo y la propensión a la exageración injusta, ... los demás digo somos, según ellos, ciudadanos sin discurso crítico, sin capacidad de análisis y sin personalidad de ningún tipo. Nos dejamos llevar por lo que la dirección nos ordena.

Sin embargo, somos nosotros quienes practicamos la verdadera crítica constructiva, ésa que se escribe con mayúsculas y es germen de proyectos perdurables en el tiempo. Y así es que intercambiamos opiniones con quienes no piensan exactamente lo mismo a la búsqueda de un punto de encuentro, manteniéndonos presentes en reuniones extensísimas y salvaguardando siempre nuestros principios fundacionales. No se nos ocurre decir a nadie que no ha hecho lo suficiente cuando a nosotros ni siquiera se nos ocurrió, no ya tomar partido sino incluso asistir como público. Valoramos todas las críticas, desde las que vinieron por habernos abstenido en la votación de la presidenta del Parlamento vasco, hasta las que surgieron porque pedimos un segundo Garoña. Claro que sí. ¿Por qué no? A mí nadie me ha amenazado con echarme por decir no estoy de acuerdo con tal cosa que planteamos. O por presentar determinada enmienda sobre la materia que fuera. Ni se me ocurrió irme porque no se me dio la razón en determinado Consejo Político o quedé a cien votos sobre 120 de ganar la batalla. Nosotros somos de los que decidimos quedarnos, sabiendo que en todo grupo humano hay disensos, problemas internos y diversidad de posturas. Porque reconocemos el valor histórico de este partido político (que nadie intente crear otro si desaparece éste, pues será seguro un rotundo fracaso) y comprendemos perfectamente qué es lo importante y lo supérfluo en toda esta historia.

Nosotros, todos los que seguimos remando y algunos de los que equivocadamente han marchado (justo es reconocerlo), hemos ejercido y seguimos ejerciendo la crítica leal y comprometida, incluso sobre nosotros mismos. La que es digna de personas maduras que no hablan desde la barrera sino que se mojan hasta las pantorrillas (cada cual en su ámbito, según tiempo disponible o capacidades propias). Y seguiremos haciéndolo para que las ideas en las que creemos calen en esta sociedad vasca tan malita. Y a los que han decidido abandonar la piragua, les digo que los respeto. Pero también les pido que me expliquen qué principios reclamados desde nuestra fundación ha dejado UPyD de defender pública e incluso parlamentariamente. Y una última cosa les diré: los que nos quedamos dentro seguiremos disfrutando y ellos se lo pierden. El proyecto sigue siendo apasionante incluso un lunes a la tarde.

martes, 7 de julio de 2009

LA ROMERÍA.

Si hay algo que muestra plásticamente lo que es el nacionalismo (todos los nacionalismos) es una masa de gente mansa subiendo a un monte para colocar una bandera. Creo que retrata perfectamente lo primitivo de la ideología antiliberal y decimonónica que perdura desgraciadamente en el tiempo. Es lo que acaba de llevar a cabo una "mansedumbre" de nacionalistas vascos en la cumbre de "su" Gorbea: organizarse fielmente en unos pocos días, toque de corneta incluido, hacer piña y unirse acusando al "enemigo" de invasor y españolazo (sin enemigo externo no hay excusas para hacer durante tanto tiempo tanto ridículo), calzarse sus botas de monte y su ropa de montaña, subir unidos en grupo sin disensos ideológicos ni discusiones acerca de nada (pues en todo están de acuerdo), enarbolar una bandera de modo sectario (sólo es mía y esas cosas) y hablar de pueblos uniformes en la atalaya. Definiciones acerca de la antimoderna ideología que nos abrasa ha habido muchas. Pero creo que a veces debemos recurrir a las representaciones gráficas que definen los conceptos mejor que nada, y esta vez nos lo han puesto en bandeja: una masa uniforme subiendo una montaña definida por banderas enarboladas, sin otro individualismo que el tipo de paraguas. Llegan arriba y se reclaman como "el pueblo". Esto es básicamente cualquier nacionalismo.

domingo, 5 de julio de 2009

BALANCE POLÍTICO.

El momento parlamentario más importante fue el pleno de investidura, donde los vascos elegimos como lehendakari al socialista Patxi López. Fue un día histórico, al menos para mí, inolvidable vivencia que transmitiré a mis descendientes con toda la intensidad de la que sea capaz, para evitar quedarme corto y no mostrar suficientemente mis sentimientos. Su discurso fue potente, claro, integrador y marcado, como el mío, por la reivindicación permanente del concepto de ciudadanía frente al de identidad de los nacionalistas. Nuestro voto favorable fue coherente con nuestras reivindicaciones históricas, inevitable, convencido y creo que convincente. Escuchados uno y otro, no había margen para ninguna maniobra extraña, para evitar nuestro posicionamiento claro por el cambio político que tanto necesitábamos... y necesitamos. Las palabras del entonces lehendakari Ibarretxe y del propio Joseba Egibar fueron duras, en ocasiones insultantes, casi siempre provistas de un resquemor inmenso e incluso amenazantes y antidemocráticas. Las del actual lehendakari fueron semejantes a las mías, enarbolando los mismos principios, el mismo hartazgo y parecido deseo de cambio... supuestamente. Por ello no tuve que realizar ningún esfuerzo para decir a uno que no y al otro que sí, sin que ello supusiera ningún cheque en blanco y sin que diéramos por hecho lo que eran, entonces, sólo palabras.

El momento más dramático de mi breve carrera política fue el atentado terrorista que costó la vida a Eduardo Puelles, vivido con el mismo dolor que todos los anteriores pero desde distintas perspectiva y distancia física. Como soy portavoz parlamentario, debo estar en casi todos los actos oficiales, en este caso concreto en el funeral, viendo llorar y desmoronarse a la familia entera, en las manifestaciones de condena, en primera línea y representando a la ciudadanía, y en los distintos homenajes y recepciones realizadas a las víctimas. Sí, el sufrimiento observado es el mismo tantas veces reflejado y padecido por otras víctimas, igual de inútil y brutal, igual de inhumano, terrible y sobrecogedor. El Gobierno Vasco convocó inmediatamente la multitudinaria manifestación de Bilbao, el lehendakari la lideró y él mismo la cerró, junto con la viuda, con palabras tan necesarias como el propio cambio de gobierno. Hay quien se ha venido quejando cínicamente de la no conveniencia de que las viudas puedan alzar su voz. A esto se les responde rápido y con claridad meridiana: despreciáis la misma libertad que nosotros tanto echamos de menos.

Existen otros hechos que han evidenciado el cambio que se ha producido. Porque es evidente que no es lo mismo el actual gobierno socialista, amenazado expresamente por los dictadores, que el anterior gobierno nacionalista, díscolo con cuantas medidas terroristas se propusieron poner en marcha, reacio al respeto institucional y proclive a la división entre vascos, al disparate y al ejercicio de políticas y reivindicaciones decimonónicas. Por ejemplo, la Ertzaintza, quien ha sido enviada a quitar carteles alusivos a presos etarras o aquellos que hacían apología del terrorismo. Se han enfadado un rato, pero repito que la Ertzaintza puede y debe hacer más de lo poco que ha hecho estos últimos años, y esto no es críticar a los agentes (en su mayoría precisamente críticos con sus superiores políticos) sino velar porque la institución se encuentre bien dirigida y reciba el impulso político que los ciudadanos vascos necesitamos. Porque es su obligación hacerlo y la nuestra, partido político, controlar que así se haga. O la EiTB, con nuevo director general (que deberemos vigilar para que no convierta en una Casa del Pueblo lo que era un Batzoki), que aunque para empezar ha modificado insuficiente y chapuceramente el mediático mapa del tiempo, es probable que cambios profundos se produzcan, veremos si todos los necesarios.

Como no todo brilla bajo el sol, tenemos sospechas fundadas de que los cambios necesarios (profundos, amplios, de largo alcance e incluso algunos de ellos urgentes) no terminarán nunca de llegar o ser aplicados, por el miedo reverencial que los socialistas vascos tienen al PNV. Así, hemos venido observando decisiones que nos han decepcionado: socialistas y populares pactaron el traslado del último pleno ordinario del mes de junio a finales de setiembre, a fin de posponer el debate sobre la disolución de los ayuntamientos gobernados por ANV y evitar quedar con el culo al aire. Además, los decretos antidemocráticos relacionados con la política lingüística que la Justicia dejó en suspenso, siguen sin ser derogados, en lo que podría ser una muestra evidente de que el pacto sellado por quienes nos gobiernan y quienes los sustentan es un pacto de aplicación... relativa. Y así lo confirma la extraña iniciativa de la consejera Celaa para introducir el euskera en el modelo A, dado según ella que el modelo funciona mal y obtiene escasos resultados, a diferencia de los modelos B y D, cuna de premios nóbeles varios y prohombres de diversa índole. En realidad, todas las declaraciones públicas de los gobernantes socialistas, excepto las de aquellos que prefieren callar, irradian errores de bulto en cuanto a la política lingüística que debe aplicarse. Por mucho que eviten escucharnos, se lo repetiremos: el acuerdo y el consenso están muy bien, pero previos son los derechos políticos de los ciudadanos, en este caso los lingüísticos. Si en el Parlamento Vasco hubiera 30 parlamentarios contrarios al derecho al voto de la mujer, no habría que acordar nada al respecto con ellos, sino garantizar el derecho al voto de la mujer.

Y algunas dudas más, como la pereza socialista en investigar las denuncias surgidas en la propia Ertzaintza sobre supuestas órdenes de hacer más bien poco contra el entramado terrorista. O sus dudas para reducir más altos cargos que el 10% de los mismos, y observar de manera detallada las funciones de las distintas empresas públicas, semipúblicas y otros entes que pululan por nuestra geografía, a fin de fusionar o eliminar muchos de ellos. O los cambios en EiTB que deberán llegar cuanto antes y que deberemos verificar, con mucha paciencia. Y los que deberán invadir el mundo educativo. A esto nos dedicaremos. Y a seguir reclamando, quedándonos solos, la eliminación de los privilegios históricos, mejor que más autogobierno y aquellas transferencias que sean necesarias e incluso revertir algunas otras. E incidir en nuestra defensa de un Estado igualitario, sin privilegiados y paganos, constituida por autonomías con las mismas competencias bajo una estructura en absoluto centralista, sino más bien federal. Nos seguiremos, por tanto, divirtiendo. Y empujando lealmente la piragua.

miércoles, 1 de julio de 2009

UNA SENTENCIA HISTÓRICA.

Que no. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dicho que no. Que no es ética ni políticamente admisible la coordinación cínica del asesinato de conciudadanos inocentes con la práxis política en el Parlamento que sea. Que no es cuestión de que el Gobierno del país donde se cometen atentados terroristas se mantenga con los brazos cruzados sin activar una legislación que evidencie que existe una plan predeterminado para concatenar discurso político con ejecuciones sumarias, de mujeres y niños inclusive, siempre por la espalda y con toda la cobardía del mundo. Que no. Que no es defendible matar al oponente político, al adversario que lleva la contraria a una banda de matones, al que colabora con la justicia, al policía que sirve a la ciudadanía, al empresario que se niega a colaborar económicamente con el entramado, al periodista que informa de lo que acontece u opina líbremente de lo que observa o al que pasaba desgraciadamente por allí ese maldito día.

Tal como lo sabíamos. Que no hay razones para cuestionar el Estado de Derecho español ni su legislación aplicada con todas las garantías judiciales del mundo a todos los ciudadanos de la misma forma y manera. Que no hay razones para condenar la ley de partidos ni asemejarla con guantánamos de ningún tipo, pues es perfectamente democrática, ecuánime y proporcionada. Que todo es, como sabíamos, perfectamente lógico y normal, además de justo y estrictamente necesario, como se viene demostrando en esta batalla democrática que nos depara todavía demasiado dolor... pero que vamos ganando.

Esta sentencia es un espaldarazo definitivo a la democracia española y deja en evidencia todas las mentiras que hemos tragado. Todas las dudas, todas las críticas, todas las acusaciones lanzadas por nacionalistas y otros presuntamente bienintencionados o despistados sobre la necesidad evidente de una ley de partidos que ilegaliza comportamientos totalitarios y terroristas, pero ninguna idea democrática. Esta sentencia es un paso más de enorme valía para avanzar en la victoria de la democracia, de la voz y de la palabra... sobre las armas.