jueves, 19 de marzo de 2009

FORO CLUB DE LOS IGUALES.

Este martes pasado tuve la fortuna de asistir como invitado-ponente al Foro Club de los Iguales, en Vitoria, creo que presidido o al menos liderado por Javier Otaola, quien tuvo a bien pensar en mí para participar en tan grato evento. Se trata de un foro que se reúne mensualmente desde hace unos cuantos años, a fin de escuchar al invitado de turno y, sobre todo, dialogar, conversar, filosofar y, si se puede, meter un poco el dedo en la llaga argumental de quien ose aceptar la invitación. Todo ello transcurre en torno a una mesa, mientras se cena y se comparte vino tinto, es decir: como transcurren muchas de las cosas buenas que tiene la vida.

Al Foro habían asistido antes personajes ilustres de la política vasca, como Joseba Arregi, Maite Pagazaurtundúa, Patxi López, Jaime Mayor Oreja o Javier Madrazo, además de periodistas como Antxón Urrusolo y distintos personajes sociales, como astronautas y otros profesionales de interés variado. Al mismo acuden habitualmente, como oyentes pero también como dialogantes y polemistas, además de Javier Otaola, distintos ex y actuales parlamentarios vascos como Joana Madrigal o Antonio Rivera, además de otros sabios más o menos mediáticos, profesionales variados como ingenieros y médicos, filósofos o escritores. De ideología diversa y adscripción política dudosa, dicho esto en el mejor sentido del término. Y algunos pocos nacionalistas, según me cuentan.

Así que se presentaron y me presenté: algo así como una respuesta sincera a la enojosa pregunta de qué hace una persona como tú en un lugar (la política vasca) como éste. Mi sinuosa pero nada plomiza trayectoria política, mi abandonada militancia de base socialista, mi compromiso en los movimientos sociales y pacifistas y mi elección como parlamentario vasco (de la ciudadanía de a pie al parlamento). Y ahí entró cada uno de los 20 comensales con sus punzantes preguntas, estupendas contraargumentaciones y provocaciones varias, todas ellas interesantísimas y dignas de haber sido grabadas. La verdad que fue un verdadero placer polemizar o asentir con personas de tan vasta cultura, tocar diversos temas de la actualidad política como la más que probable designación de Patxi López como lehendakari, nuestra postura el día de su investidura y nuestro futuro papel parlamentario, desde nuestro animoso y provocativo escaño. Fue un estupendo lujo debatir de los temas de siempre, como la eutanasia, el laicismo o el aborto, la izquierda y la derecha, los liberales y los socialdemócratas, la energía nuclear, y de los más recientes y tan españoles temas, como los nacionalismos disgregadores, el encaje de Euskadi en la Constitución Española, el Concierto Económico y el Cupo, la financiación autonómica y la organización territorial del Estado. Creo que me mantuve a la altura y cuando me acosaron, me defendí como gato panza arriba, sin sectarismos ni demagogia, sin perder el sentido del humor tan necesario y acertando a lanzarme al contraataque, cuando atisbé ciertas dudas en mis oponentes.

Ciertamente, fue otro de esos días tan habitual en mi último año: mucho aprendizaje. Hubo intervenciones brillantes, dislates provocativos que nos llevaron a la carcajada, reflexiones filosóficas de alto alcance y afirmaciones que no se olvidan. Antonio Rivera, ese intelectual a quien tanto admiro, me estranguló casi al final de la velada, cuando las fuerzas flaqueaban, para obligarme a situar al partido en la izquierda o en la derecha, lugares ideológicos que insistió vehementemente aún existen. La dificultosa manera de traducir la transversalidad. Sí, claro, no hablamos de la izquierda decimonónica y los tiempos cambian, afirmó, pero la izquierda sigue siendo la igualdad, y vuestro partido puede perfectamente situarse (o no) en ella. Y Javier Otaola, ese filósofo de conocimientos políticos e históricos amplísimos, resituándonos permanentemente en el republicanismo francés y definiéndonos recalcitrantemente como jacobinos, como otros muchos de los comensales. "Tenéis toda la razón, pero ningún sentido", repitió varias veces, para añadir algo así como esto es España, donde todo el pescado está casi vendido y vuestro papel puede ser el de mosca cojonera, que tampoco está mal, pero poco más. En Francia sin embargo, decía, todos los partidos son UPyD.

Y terminaron los trabajos a las cero horas. Los amigos cofilosofantes se retiraron a sus correspondientes domicilios, llegando al final de una placentera e inolvidable velada: deben ser los privilegios de ser parlamentario vasco. Gracias, Javier Otaola y restantes contertulios. Y mi más sincera enhorabuena por seguir confiando con tanta naturalidad en el poder de la palabra.

9 comentarios:

viejecita dijo...

¡QUE ENVIDIA!
Una de las ventajas de lo que merecería ser grabado, pero n o lo es, es justamente que se puede llegar hasta las últimas consecuencias en una argumentación. (No hay peligro de que gente de fuera lo tergiverse).

Luego se le dan vueltas y vueltas a las cosas en la cabeza, y para la próxima ya uno lo tiene estudiado. Y los demás también, así que tienen contraargumentos nuevos, que te cogen de sorpresa otra vez...

La maravilla.

jota dijo...

Curiosamente me enteré de tu presencia en nuestra ciudad por uno de los asistentes a tan insigne velada, con quien tomé un café el día siguiente. Me comentó también que te habían puesto en aprietos: él, de hecho, lo intentó como el que más. Es bueno haciéndolo y sabe cómo buscar las cosquillas. Eso sí, también confirmó lo que dices: para estar rodeado, debiste salir ileso o con heridas de escasa consideración, si me permites el uso de la jerga médica. Enhorabuena por ello.

Y, supongo que huelga decirlo, invitado estás a una tertulia más acogedora e informal con los compis alaveses cuando buenamente desees. No será lo mismo que cenar con el patriciado, es cierto, pero la compañía de los plebeyos siempre suele ser agradecida por los ciudadanos que no han alcanzado aún el status de "ser superior" que Butragueño atribuyó a Florentino Pérez.

Saludos.

PD: Una vez viajé en preferente y juré no volver a hacerlo. Debió ser el mismo día en el que un sabio de 7 años, a la sazón mi primo pequeño, me hizo comprender que escupir hacia arriba tenía el inconveniente de poderse mojar después. Ahora siempre viajo en turista, aunque tenga que pagar por los pistachos. Como diría mi amigo Ramón, un viejo dicho (¿o moraleja?) de la selva que me acabo de inventar. ¿O no?.

Anónimo dijo...

Bueno, ya veo que te lo estás pasando muy bien, Gorka. Está genial y me das hasta envidia, jejeje. Nos vemos pronto, un saludo y buen finde.
Javier SS.

Sake dijo...

Que buena idea, Foros como ése. Hablar, debatir. Desde diferentes puntos de vista. Que lugar para aprender, cuanta vida en torno a una mesa con el "Vino", de la salvación. El Vino salvador y muleta que acompaña. Suerte, y hasta siempre.

Saki dijo...

Gracias por tus amables palabas, la cena y la conversación fue un placer para todos.

Javier Otaola

Saki dijo...

slyaryGracias por tus amables palabras, la cena fue un placer para todos.

Javier Otaola

Saki dijo...

sGracias por tus amables palabras, la cena fue un placer para todos.

Javier Otaola

Anónimo dijo...

Gorka, estupendo, a mi no me cabe la menor duda que en cualquier sitio te desembolveras estupendamente y la pena es lo que dice Viejecita no poderlo ver.
Solo una cosa, no debes olvidar el compromiso de juntarte con los compañeros de Alava que te dice Javier, para que les comentes cosas y ademas te vendra muy bien sentirte acogido por los compañeros de la ciudad donde vas a pasar tanto tiempo en el futuro.
Saludos/Jose Maria

gorka maneiro labayen dijo...

Viejecita, así es, tal como lo planteas. No obstante, conste que mi intención en dicho foro no era exactamente digamos "justificar" al partido sino más bien hablar con total libertad acerca de los temas sobre los que tratamos, clarificando lo que el partido piensa a día de hoy. Cosa que habitualmente suele hacer, por otro lado.

Javi, ese con el que estuviste, sabio entre los sabios, me puso en ciertos aprietos. Pero no salí herido porque, más que nada, no era mi intención salir precisamente indemne, sino tocado por tamaña sabiduría. En fin, que me dieron por todos lados, pero yo, a día de hoy, no tengo necesidad de disimular o mentir, así que fuí tan sincero como acostumbro. Ah, pues mira, quizás tengas razón... y ese tipo de cosas.

Javi y Jose María, claro que me juntaré con todos los compis a los que tanto admiro y quiero, como bien sabéis. Pero conste que debo centrar en el trabajo parlamentario, donde soy un pardillo, como todos los inexpertos que empiezan en algo. Es ahí donde debo centrarme y esa es mi principal labor. Dedicarme a otras cosas sería fallar a la gente que habéis confiado en mí.

Pero por supuesto que nos juntaremos. Y, además, tenéis mi teléfono para cuanto queráis. En mi próximo post hablaré de todo esto.

Besos.