jueves, 5 de junio de 2008

CINCO CONCEJALES SOCIALISTAS.

En fin, no somos demasiado viejos, quizás por ello llevo toda la vida asistiendo a concentraciones varias, manifestaciones diversas y actos de protesta. La mayoría de ellos, puesto que vivo por estos lares, en rebeldía por acciones bárbaras cometidas por algunos locos con supuestas motivaciones políticas. Sinceramente, ésa es la arena política principal en la que un servidor se ha movido, con participación en algunas pocas reuniones de grupos cívicos e incluso un programa en la radio, hace más años que la guerra. Aquello ocurrió cuando conseguimos celebrar, superando la indignación suprema de los representantes de Eusko Alkartasuna por no hacer mención en el manifiesto a los presos etarras, lo que vino en llamarse "la primera manifestación de las asociaciones juveniles de los partidos políticos vascos democráticos" contra el terrorismo etarra. Toda una experiencia, acerca de la cual conversé breves minutos hace como año y medio con uno de los participantes en la tarea, ambos bastante orgullos, diez años después o más de aquellas cosas.



De mi humildísima participación en esos actos, una de las cosas de las que suelo acordarme y para la que apenas tengo explicación válida, es la participación sectaria en dichas manifestaciones de algunos de los líderes políticos que hoy seguimos padeciendo. Lo siento, me viene a la cabeza contínuamente y es una especie de losa que llevo en mis espaldas. Según quien fuera el asesinado, llegaban en grupos conexos y cerrados, como bloques impertérritos que protestaban más o menos según la cercanía del muerto con la organización representada. Como si aquello fuera un acto de partido o un mítin para masas. Más allá del "era uno de los nuestros" eguibariano del que tuvimos conocimiento por sus palabras, pude ver bastantes "era uno de los nuestros" reflejados en sus rostros. Esto cuando aparecían, puesto que por aquellas concentraciones minúsculas rara vez pude verlos, por mucho que ahora sean candidatos y ostenten cargos de inmensa importancia.



Tampoco entiendo, ciertamente, por qué algunas cúpulas se presentan a determinadas protestas y no en cambio a otras. Es como que asisten todos o no aparece nadie. Me escama. Me solivianta. Aparecen las cúpulas, como masa uniforme que camina junta. Asisten juntos cuando asisten y se retiran rápidamente tan juntos como llegaron. ¿Qué entiende esta gente por la política? ¿Por qué a veces sí y otras veces ni de broma?



Hace dos días, cinco concejales socialistas del Ayuntamiento pasaitarra dieron una muestra grandísima de coraje democrático, como tantos lo hicieron antes. Alguno de ellos sufrió la agresión prevista en la agenda de los radicales. Me cuentan que se sintieron bastante solos. El partido no asistió a la moción ética que fabricó la cúpula. Los dejaron solos. Este hecho me ha vuelto a traer a la memoria la pregunta eterna: ¿Por qué se abandona lo mejor que tenemos?

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